Dinamarca tiene un día festivo particular llamado el Día de Todas las Oraciones, Store Bededag en danés. El origen de este festivo radica en el siglo 17 cuando un obispo introdujo varios días fijos de oración, de los cuales hoy en día sólo se mantiene este. El festivo es un ejemplo en estado puro del pragmatismo nórdico: era importante ser un cristiano devoto y orar a Dios, pero igual de importante era ser un buen trabajador. Y si cada dos por tres había que ir a la iglesia para orar, pues menos se podía trabajar. Solución: algunos días del año se dedicarían a ser buenos cristianos exclusivamente y orar a Dios todo lo que se tenía que orar.
El día de oración se anunciaba la noche anterior con campanadas que indicaban que cualquier negocio debía cerrar, y que ya no se podía ni trabajar, jugar, viajar o tocar música. Había que acudir a misa, a tiempo y en buen estado (léase, sin haber bebido alcohol). Entre los negocios que debían cerrar estaban las panaderías, que por lo tanto no podían servir pan recién hecho durante el día de oración. Y de allí surgió la tradición de preparar unos bollos que se podían recalentar durante el día de oración. Estos bollos se conocen como hvedeknopper o simplemente hveder, de la palabra danesa de trigo, hvede y de la forma elevada y redondeada que tienen (un 'knop' es un bulto o un granito).
Son bollos sencillos de trigo, con un toque de cardamomo que les da aroma y gusto. Notable también es su forma ya que suelen ser cuadrados. Antes de comerlos, se recalienten hasta llegar a tostarse un poco, tal como se hacía antaño, incluso cuando estén recién hechos. El placer está en comer el bollo tostadito y calentito con mantequilla fría. Sencillo y riquísimo.
El Día de Todas las Oraciones no cae en una fecha fija sino el cuarto viernes después de Pascua, lo cual quiere decir que este año cae mañana viernes 16 de mayo. Hay que decir que con lo poco religiosos que somos la mayoría de los daneses hoy en día, nos cuesta un poco recordar cuándo cae exactamente pero en Dinamarca tenemos la suerte de poder contar con la ayuda de los panaderos para acordarnos de la fiesta ya que siguen preparando los bollos de trigo.
El día de oración se anunciaba la noche anterior con campanadas que indicaban que cualquier negocio debía cerrar, y que ya no se podía ni trabajar, jugar, viajar o tocar música. Había que acudir a misa, a tiempo y en buen estado (léase, sin haber bebido alcohol). Entre los negocios que debían cerrar estaban las panaderías, que por lo tanto no podían servir pan recién hecho durante el día de oración. Y de allí surgió la tradición de preparar unos bollos que se podían recalentar durante el día de oración. Estos bollos se conocen como hvedeknopper o simplemente hveder, de la palabra danesa de trigo, hvede y de la forma elevada y redondeada que tienen (un 'knop' es un bulto o un granito).
Son bollos sencillos de trigo, con un toque de cardamomo que les da aroma y gusto. Notable también es su forma ya que suelen ser cuadrados. Antes de comerlos, se recalienten hasta llegar a tostarse un poco, tal como se hacía antaño, incluso cuando estén recién hechos. El placer está en comer el bollo tostadito y calentito con mantequilla fría. Sencillo y riquísimo.
El Día de Todas las Oraciones no cae en una fecha fija sino el cuarto viernes después de Pascua, lo cual quiere decir que este año cae mañana viernes 16 de mayo. Hay que decir que con lo poco religiosos que somos la mayoría de los daneses hoy en día, nos cuesta un poco recordar cuándo cae exactamente pero en Dinamarca tenemos la suerte de poder contar con la ayuda de los panaderos para acordarnos de la fiesta ya que siguen preparando los bollos de trigo.
El mayor cambio que ha sufrido la tradición es que la mayoría comen los bollos ya la noche anterior al Día de Todas las Oraciones. Y vaya, que la mayoría no vamos a misa ni oramos. Pero bueno, eso no quita que sigamos disfrutando los bollos. Yo recuerdo de mi infancia ir a casa de mi abuela para cenar y tomar hveder tostaditos con mantequilla de postre o recena. Incluso cuando ya no vivía con mis padres iba a casa de mi abuela o de mis padres para comer los bollitos.
Nosotros este año nos hemos inspirado en la receta del conocido cocinero y panadero Claus Meyer. Usa una sencilla "masa madre" pero se puede hacer sin si no disponéis de tiempo - o paciencia para esperar ;-)
Varme hveder - bollos de trigo calientes
Ingredientes (20 bollos)
Masa madre200 gr de harina de trigo
200 ml de agua
10 gr de levadura fresca
Mezclar los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea semi-liquida. Dejar reposar 24h en la nevera.
Masa para los bollos
250 ml de agua tibia
250 ml de leche tibia
20 gr de levadura fresca
2 huevos
15 gr (1 cs) de sal marina
50 gr de azúcar de caña
2-3 cc de cardamomo en polvo
500 gr de harina de trigo de fuerza
500-700 gr de harina de trigo panificable
50 gr de mantequilla blanda
Preparación
Mezclar agua y leche en un bol y disolver la levadura. Añadir huevos, sal y azúcar primero, y después cardamomo y la mayoría de la harina. Añadir la masa madre si tienes. Mezclar la masa bien, a mano con una cuchara plana o con la batidora, añadiendo más harina si hace falta. Añadir la mantequilla y amasar bien hasta que la masa se suelte del bol (unos 5-6 minutos a máquina).Dejar reposar en la mesa 2 hora bajo un paño.
Pasar la masa a una mesa con harina. Enrollarla y dividirla en 20 piezas. Si no te cabe el rollo entero de masa en la mesa, divídelo en dos primero. De cada paquete formar un bollo redondo y ponerlos en una bandeja de horno con papel de horno. Tienen que estar muy cerca el uno del otro pero sin tocarse. Dejar reposar 2-3 horas en la mesa hasta que doblen su tamaño y se toquen.
Hornear durante 12-15 minutos a 220 grados. Dejar enfriar en la rejilla y separar.
Cortar por la mitad y tostar antes de servir. Servir con mantequilla salada fría.
Ideas
- Los bollos salen grandes. Si los prefieres más pequeños, divide la masa en raciones más pequeñas y reduce el tiempo de horneado un par de minutos.
- Si te gusta la mantequilla, puedes añadir 50 gr más a la masa.
- Puedes hacer bollos más ligeros si sustituyes la leche por agua.
- Puedes darle un toque a la mantequilla añadiendo un poco de canela y/o un poco de sal Maldon.
- Aunque la tradición prescribe comerlos con mantequilla, os podemos asegurar que también están muy buenos con por ejemplo mermelada, salchichón o queso.
- Los bollos salen grandes. Si los prefieres más pequeños, divide la masa en raciones más pequeñas y reduce el tiempo de horneado un par de minutos.
- Si te gusta la mantequilla, puedes añadir 50 gr más a la masa.
- Puedes hacer bollos más ligeros si sustituyes la leche por agua.
- Puedes darle un toque a la mantequilla añadiendo un poco de canela y/o un poco de sal Maldon.
- Aunque la tradición prescribe comerlos con mantequilla, os podemos asegurar que también están muy buenos con por ejemplo mermelada, salchichón o queso.
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